LA VIDA DE SAN FRANCISCO DE
SALES
Los años
convulsionados en Francia, después de la Reforma Protestante, formaron el fondo
de la vida de Francisco de Sales. Nació el 21 de agosto de 1567 de una familia
noble, en el reino de Saboya, situado entre Francia, Italia y Suiza.-- Estudió
en el Colegio de Clermont de los Jesuitas, en París, y en la Universidad de
Padua, donde se doctoró en Derecho Canónico y Civil.
Siendo estudiante
en París, tuvo que atravesar la tempestad de una severa crisis espiritual, al
sufrir la tentación de desesperación respecto a la predestinación.
Para su papá, fue
una gran decepción que Francisco no aceptara una carrera espléndida en el
mundo, sino que prefiriera el sacerdocio. Después de la ordenación, su obispo lo envió como joven misionero a
Chablais, región de Saboya, por cuatro años. Allá adquirió una gran fama por
sus folletos en defensa de la fe pero también apenas escapó de un atentado
contra su vida. Sus escritos de esa época fueron publicados con el título de Controversias y la Defensa del Estandarte de
la Santa Cruz. Al finalizar su apostolado de misionero, había persuadido
aproximadamente a 72.000 Calvinistas para que volvieran a la Iglesia Católica.
Fue consagrado
obispo de Ginebra en 1602, pero residía en Annecy (ahora ubicada en Francia),
ya que Ginebra estaba bajo el dominio de los Calvinistas y, por lo tanto,
cerrada para él. Su diócesis se volvió muy conocida en Europa a causa de su
eficiente organización, de su celoso clero y de sus laicos bien esclarecidos --
realización monumental en aquella época. Su fama como director espiritual y
escritor aumentaba. Lo convencieron
para que reuniese, organizase y difundiese sus muchas cartas sobre
asuntos espirituales y las publicase. Es lo que hizo en 1609, con el título de Introducción a la Vida Devota.
Esta se volvió su obra más famosa y, todavía hoy, se considera una obra clásica
que se encuentra en las librerías del mundo entero. Pero su proyecto esencial
fue escribir El Tratado del Amor de Dios, fruto de años
de oración y de trabajo. Éste también continúa siendo publicado en la
actualidad. Quería escribir además una obra paralela al Tratado, o sea, sobre
el Amor al Prójimo, pero su muerte el 28 de diciembre de 1622, a los 55 años de
edad, frustró este proyecto.
Además de las obras arriba mencionadas, sus cartas, predicaciones y coloquios
ocupan cerca de 30 volúmenes. El valor permanente y la popularidad de sus
escritos llevó a la Iglesia a concederle el título de Patrono de Escritores y Periodistas Católicos.
Francisco aceptó en
su casa a un joven con dificuldad de audición y creó un lenguage de símbolos
para posibilitar la comunicación. Esa obra de caridad condujo a la Iglesia a
darle otro título, o sea, el de Patrono
de los de Difícil Audición.
Junto a Santa Francisca de Chantal fundó la Orden religiosa de las Hijas de la
Visitación de Santa María, conocidas por la simplicidad de su regla y
tradiciones y por su apertura especial a las viudas. Fue a través de la perseverante insistencia de una de estas
hermanas, unos 250 años más tarde, la Madre María de Sales Chappuis, que un
sacerdote de Troyes, en Francia, Luis Brisson, fundó a los Oblatos de San
Francisco de Sales, una comunidad de sacerdotes y hermanos, dedicados a la vivencia
y divulgación del espíritu y de las enseñanzas de San Francisco de
Sales. Padre Brisson fundó también una comunidad de Hermanas con el mismo
nombre, las Oblatas de San Francisco de Sales.
El espíritu y la fama de Francisco y la influencia de sus escritos se extendieron rápidamente después de su muerte. En 1665 la Iglesia lo declaró santo y le dio el título excepcional de Doctor de la Iglesia en 1867 - un título otorgado sólo a unos 30 santos en la historia ---que son famosos por sus escritos. Se celebra su fiesta el día 24 de enero.
A diferencia de
muchos santos C cuyas vidas, repletas de acontecimientos
maravillosos, parecen estar fuera del alcance de cristianos comunes C la vida de Francisco de Sales no presenta nada de extraordinario. Sus ideales de
moderación y caridad, de gentileza y humildad, de alegría y entrega a la
voluntad de Dios son expresados con una sensatez que anima a los débiles y
alimenta a los fuertes, ocasionándole la reputación de “el Santo Caballero”.
Para conmemorar el
cuarto centenario de su nacimiento, el Papa Paulo VI escribió una Carta Apostólica,
en 1967, en la cual destacó la conveniente actualidad de Francisco de Sales
para nuestra época moderna. Él escribe: ANinguno de los
Doctores de la Iglesia, más que San Francisco de Sales preparó las
deliberaciones y decisiones del Concílio Vaticano II con una visión tan perspicaz y progresista. Él ofrece su
contribución por el ejemplo de su vida, por la riqueza de su verdadera y sólida
doctrina, por el hecho que él abrió y reforzó las sendas de la perfección
cristiana para todos los estados y condiciones de vida. Proponemos que esas
tres cosas sean imitadas, acogidas y seguidas.@
Si quiere obtener
más información sobre San Francisco de Sales, entre en contacto con Padre Fernando Guayasamín, O.S.F.S., Orientador Vocacional de los Oblatos de San Francisco de
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Carlos Borba, OSFS, Promotor Vocacional de los Oblatos de San Francisco
de Sales,
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EL ESPÍRITU DE SAN FRANCISCO DE SALES
(extraído de sus
escritos)
No esperes con
miedo las alteraciones y más alteraciones de esta vida; más bien enfréntalas
con la firme esperanza de que, cuando surjan, Dios, cuya criatura eres tú, te librará
de ellas.
Sólo confía en Él y
Él continuará conduciéndote seguramente a través de todo. Donde no puedas
caminar, El te cargará en los brazos.
No te preocupes por
lo que pueda ocurrir mañana; el mismo Padre eterno que cuida de ti hoy, se
encargará de ti mañana y todos los días. Te protegerá del sufrimiento, o te
dará la fuerza infalible para suportarlo.
Quédate, pues, en
paz, y aleja todos los pensamientos de angustia.
Anímate y
transforma los problemas en materia para tu progreso y madurez.
Piensa muchas veces
en Nuestro Señor, pues Él te ayudará a soportar tus problemas. Sólo acordándote
de que tienes tal amigo, todos ellos serán
incapaces de conmoverte,
Hazlo todo con
calma y en paz. Realiza cuánto puedas, hazlo tan bien como seas capaz.
Procura ver a Dios
en todas las cosas sin excepción, y disponte a
hacer su voluntad con alegría.
Hazlo todo para Dios, uniéndote con Él por palabras y obras.
Camina muy
simplemente con la Cruz del Señor y ten paz contigo mismo. Pasarás por toda
tormenta con seguridad, mientras tu confianza se fije en Dios.
No pierdas tu paz
interior por nada, aún si todo tu mundo parece venirse abajo. Si te das cuenta
que te alejaste de la protección de Dios, conduce tu corazón de vuelta a Él
tranquila y simplemente.
Haz todas las cosas
en nombre de Dios y lo harás todo bien. Ya comas o bebas, trabajes o descanses,
ganarás mucho a los ojos de Dios, al hacer todas esas cosas como Él quiere que
sean hechas.
Acontezca lo que sea, no te desanimes; asegúrate
firmemente en Dios, mantente en paz, con confianza en su amor eterno por ti.
Una Santidad Práctica
La Espiritualidad Salesiana para Hoy
Una introducción general a la Espiritualidad Salesiana
"Donde quiera que estemos, podemos y tenemos que
aspirar a una vida perfecta." Así escribió Francisco de Sales (1567-1622), obispo y doctor de la
Iglesia, hace casi 400 años en su clásica obra espiritual: La
Introducción a la Vida Devota.
Escribiendo primeramente para los laicos, Francisco enfatizó que Dios llama a todos
a la santidad. La santidad es posible y, porque Dios la quiere, seguramente
ayudará a los que procuran llevar una vida santa.
Junto con su amiga espiritual, Santa Juana de Chantal
(1572-1641), Francisco mostró cómo las personas en todos los estados de vida
pueden crecer en santidad. Sus ideas llegaron a ser conocidas como la ESPIRITUALIDAD SALESIANA. Como otras escuelas de
espiritualidad cristiana, la espiritualidad salesiana ayuda a los creyentes a
desarrollar una relación más profunda con Dios por medio de Jesucristo. Sus
características distintas surgen de los elementos particulares que ella
enfatiza. Esa obra - no siendo de forma alguna la única que trata de la
Espiritualidad Salesiana - destaca esos elementos principales. Esperamos que
esta síntesis de la Espiritualidad Salesiana anime a los lectores a explorar su
riqueza para sí.
Creados a imagen de Dios
Creados a imagen y semejanza de Dios, todos somos
llamados a la misma finalidad: la unión con Dios. Reconociendo eso, tratamos a
cada persona con respeto, hasta con reverencia. En medio de una sociedad
violenta - revólveres y cuadrillas en las calles, abusos de mujeres y niños en
los hogares, los pensamientos y palabras rabiosas que nos nacen en el corazón -
la Espiritualidad Salesiana nos invita a la amabilidad.
Somos amables, primeramente hacia nosotros mismos.
Francisco nos aconseja no alarmarnos y
desanimarnos por nuestras caídas, sino, por el contrario, a levantarnos después
de ellas. El aconseja: "sé paciente con todo el mundo, sobre todo
contigo mismo." La amabilidad hacia nosotros mismos conduce a la
amabilidad hacia los demás. Aprendemos a abandonar actitudes de juez y
volvernos más misericordiosos. El deseo de venganza o represalia - el origen de
tanta violencia en el mundo - cede espacio al perdón. Nos volvemos hacedores de
paz en el hogar y en la sociedad.
La Espiritualidad Salesiana reconoce que cada persona
es única e irrepetible. Ya que cada uno tiene un carácter diferente y dones
diversos, la santidad será diferente para cada uno de nosotros. ¿Cómo,
entonces, me vuelvo santo? De manera muy simple, dice Francisco de Sales, al
cumplir la voluntad de Dios. Él exhorta: "No desees ser sino lo que tú
eres e intenta serlo a la perfección." Reconociendo que la voluntad de
Dios es encontrada en nuestra vocación o estado de vida, la Espiritualidad
Salesiana enfatiza la importancia del cumplimiento de los deberes comunes de
nuestra vocación - un verdadero reto para los hombres y mujeres de hoy.
Agobiados por las exigencias de la familia y de los negocios, acosados por
problemas económicos, preocupados con el porvenir, podríamos sólo desear salir
corriendo - imaginariamente, o de hecho. Tal vez pudiéramos encontrar a Dios en
circunstancias menos desasosegadas!! Francisco, sin embargo, nos recuerda que
Dios está cerca de nosotros en las ocupaciones de nuestra vocación. "No
es la tranquilidad que trae a Dios cerca de nuestro corazón; más bien es la
fidelidad de nuestro amor," dice él.
El cumplimiento de la voluntad de Dios reclama
discernimiento continuo en espíritu de oración. En el pensamiento salesiano, el
discernimiento implica un cierto equilibrio. Por un lado, necesitamos una
determinada apertura o flexibilidad para responder cuando el Espíritu Santo nos
llama a modos nuevos de pensar y actuar. Por otro lado, la perseverancia en la
vocación de uno es esencial para el crecimiento espiritual. Francisco recuerda:
"Así como un arbusto que es transplantado frecuentemente no puede echar
raíces, y, consecuentemente no puede llegar a la madurez y producir el fruto
deseado, así el alma que transplanta su corazón de un plan a otro plan no puede
desarrollarse o crecer en perfección, ya que la perfección no consiste en
comienzos sino en cumplimientos."
Todo por Amor
¡La Espiritualidad
Salesiana nos desafía a volvernos santos! La Espiritualidad Salesiana es
descrita muchas veces como una "espiritualidad del corazón",
el corazón divino y el humano ocupados en amor apasionado de una a otro . Solo
el amor motiva y sostiene nuestra búsqueda de santidad. "Todo
por amor, nada a la fuerza," nos insta Francisco.
Pero el amor es un
emprendimiento duro. Requiere sacrificio y desprendimiento. En una época que
super-enfatiza la realización personal y auto-cumplimiento, la Espiritualidad
Salesiana indica un rumbo distinto. Nos llama a la disciplina interior, a una
práctica consistente de las "pequeñas virtudes": paciencia con padres
ancianos o jóvenes rebeldes, amabilidad y humildad con los amigos y
colaboradores, y sencillez en nuestro modo de vivir. En el silencio de nuestro
corazón, aprendemos a entregarlo todo a Dios, a morir a nosotros mismos, a
vivir totalmente para Jesús. La idea salesiana reconoce que el progreso
espiritual aumenta lentamente y, frecuentemente, a costo de mucho. No obstante,
también reconoce que, al volver nuestro corazón a Dios, al cumplir su voluntad,
encontramos nuestra mayor felicidad y realización.
El momento presente
Sólo disponemos del momento presente, el aquí y ahora,
en lo que hemos de responder a Dios. Pero concentrarse en lo presente puede ser
difícil. Podemos lamentar acciones del pasado, o atormentarnos sobre el futuro
incierto. Hasta recuerdos positivos o sueños sobre tiempos felices venideros
pueden distraernos de las oportunidades en lo presente. ¿Cómo Dios se me
manifiesta en este instante? ¿Cómo puedo responder con una palabra o acción de
amor? Si estamos indebidamente preocupados sea con el pasado, sea con el
porvenir, tal vez nos escape cómo Dios nos está invitando a estar con Él, ahora
mismo. En vez de esto, la Espiritualidad Salesiana nos invita a confiar en la Providencia de Dios. O Dios nos
protegerá de mala suerte, o nos dará la fuerza para sobrellevarla. Con
confianza podemos "depositar nuestras preocupaciones en Dios, pues Él toma
a su cuidado todo lo que abandonamos en sus manos".
Crecimiento Espiritual por Medio de
Relaciones
La Espiritualidad Salesiana tiene mucho que ver con
relaciones personales; ella es consciente de que el progreso espiritual surge
en y por medio de relaciones. Dentro de la familia, por ejemplo, somos desafiados a crecer diariamente en
las pequeñas virtudes. Al
desempeñar tareas comunes - de limpiar, de cocinar, de ayudar en los deberes,
planear un cumpleaños - con amor extraordinario, encontramos a Dios. Nos
volvemos realmente como Jesús, si seguimos su ejemplo de servicio generoso.
La espiritualidad personal aumenta en la comunidad
cristiana. Cuando nos encontramos para escuchar la Palabra de Dios y celebrar
su presencia, somos estimulados por la fe y la entrega de los otros. Nos
desafían a brindar nuestros dones a la comunidad y a ir más allá delas
preocupaciones personales en pro del bien común.
Dentro de la comunidad pueden desarrollarse ciertas
amistades espirituales. La Espiritualidad Salesiana aprecia tales amistades
como un don de Dios. Enamorados ya con Dios, los amigos crecen en amor mutuo y
expresan este amor en servicio generoso, y muchas veces creativo, a la
comunidad - de hecho, al mundo. En su amistad duradera, San Francisco de Sales
y Santa Juana nos dieron un modelo de verdadero amor fecundo que afectó la vida
de innumerables personas. Los amigos espirituales nos retan y sostienen; evocan
lo que hay de mejor en nosotros; nos muestran el rostro de Dios.
Optimismo Salesiano
Cuando el miedo y la duda nos agobian, la
Espiritualidad Salesiana nos indica señales de esperanza - sí, hasta de
alegría. Sin duda, el pecado y sus efectos terribles entraron en el mundo. Pero
el pecado no tiene la palabra final. Dios dijo la palabra final en Jesús. Jesús
nos ofrece la gracia para realizar nuestras potencialidades humanas; para
volvernos amantes de Dios y del prójimo; para crecer en perfección; y volvernos
santos! Por su confianza en la Providencia de Dios y sabiendo que Dios lo
dirige todo hacia el bien, la Espiritualidad Salesiana irradia optimismo. Sea
en medio de grandes pruebas, sea en grandes alegrías, nuestro corazón puede
estar en paz, seguros en la certidumbre de que "el mismo Dios que toma
cuidado de nosotros hoy, cuidará de nosotros mañana y siempre."
CÓMO EMPEZÓ TODO...
LOS OBLATOS DE SAN
FRANCISCO DE SALES
Ella tenía 50 años;
él, 26. Ella era una religiosa de clausura. Él, sacerdote diocesano. Ella ya
tenía celebrado su Jubileo de Plata. Él
fue ordenado hacía sólo 3 años. Ella era la Madre María de Sales Chappuis de la
Orden de la Visitación de Santa María. Él, Padre Luis Brisson, un sacerdote de
la Diócesis de Troyes, en Francia.
Sería interesante
conocer los pensamientos que cruzaban
la mente de ellos aquella mañana del día 11 de octubre de 1846,
cuando Padre Brisson se presentó a la Madre María de Sales, la Superiora del
monasterio de la Visitación en Troyes. Él era el capellán, recientemente
nombrado para las monjas y las niñas del pequeño pensionato, ligado al
monasterio.Lamentablemente, ninguno de los dos parece haberse tomado el tiempo
para registrar sus pensamientos de aquel día. Mientras tanto, no hay duda de
que, a partir de aquel momento, durante los 32 años siguientes hasta la muerte
de ella a los 82 años, la vida de los dos iba a estar muy relacionada.
Si se tuviera que describir
la relación de los dos en pocas palabras C por lo menos en el
comienzo C se podría decir que era una relación de persistencia versus resistencia.
Ella persistiendo, él resistiendo. No es que no la estimara muchísimo, una
mujer de fe profundísima, una santa viviente. El problema era que ella tenía un
sueño, una inspiración que cambiaría radicalmente la vida de él, y él no estaba
dispuesto a cambiarla. El sueño de ella podría ser trazado hacia atrás casi 200
años hasta encontrar -- otro sacerdote
y -- otra monja. El sacerdote era el Obispo San Francisco de Sales. La
religiosa era Santa Juana Francisca de Chantal. Los dos fueron los fundadores
de la Orden de la Visitación de la que la Madre María de Sales era miembro. Aquellos también compartían un sueño,
el de fundar un grupo de sacerdotes y hermanos. Después de la muerte de él en
1622, Santa Juana resolvió empezar un grupo así, una congregación masculina que
llevaría adelante el trabajo de San Francisco de Sales. Trabajaba mucho para
ejecutar esa visión de un grupo de hombres que, por encima de todo, serían
formados en las enseñanzas de San Francisco de Sales. Los sueños de Santa Juana
no habían de realizarse; quedó reservado para -- otros dos: el Padre Brisson y
la Madre María de Sales.
Hay -- cantidad de pequeñas informaciones, una
serie de diversos elementos que podrían ser recordados respecto a los años
iniciales de los Oblatos, algunos muy capaces de entusiasmar, otros de
constreñir. Es interesante mirar los primeros 5 miembros que se asociaron al
Padre Brisson, componiendo la primera comunidad de los Oblatos: un teólogo que
daba grandes esperanzas y un predicador encendido, un ermitaño
retirado, y un hombre enfermizo,
ofrecido al Padre Brisson por el Obispo de Troyes, para que tuviera Aun sitio para morir@ y, finalmente, un
joven enérgico, pronto para conquistar el mundo. Exteriormente tenían muy poco
en común. Interiormente, lo tenían todo en común: el sueño, la inspiración, la
visión de ellos. Y ese sueño, esa inspiración y esa visión han sido
transmitidos durante más de un siglo a miles de hombres en Europa, África,
América del Sur y del Norte, y Asia. Y aquel sueño, aquella inspiración y
visión, encarnada cada vez en cada miembro nuevo de la comunidad, forma la
historia continua de los Oblatos de San Francisco de Sales.
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informaciones sobre los Oblatos,
entre en contacto con
Fernando Guayasamín,
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LOS OBLATOS
DE SAN FRANCISCO DE
SALES
Los Oblatos de San
Francisco de Sales son un grupo de hombres, dedicados al espíritu de San
Francisco de Sales. Éste era obispo el siglo 16 y quedó conocido por su
espíritu optimista. Era un hombre en adelante de su tiempo, pues él
escribía, predicaba y vivía un mensaje muy actual C o sea, que podemos vivir y experimentar lo sagrado,
la presencia de Dios en este mundo. Él creía en lo que es humano, concreto, común; podemos llevar una vida extraordinria.
Francisco de Sales era un obispo gentil, un sacerdote amable, una persona que
desafiaba las personas para ver y experimentar lo sagrado, lo extraordinario en
sí mismas, en su familia, en sus amigos, en el trabajo y tiempo libre. Imagine,
la presencia y el espíritu de Dios activos en la mañana, en la hora del
cafecito con un amigo, durante un día atareado en la escuela o en otro trabajo,
como también al descansar con la familia y amigos! Él creía que la vida está
llena de oportunidades para descubrir y experimentar nuestra capacidad, como
también de la família y de los amigos, de amar a Dios, mientras vivimos la
vida!
Nosotros, Oblatos,
juzgamos que el espíritu y el mensaje de S. Francisco de Sales es apropiado y
importante para nuestro mundo de hoy. Pensamos que el siglo 21 necesita el
espíritu y la enseñanza de San Francisco de Sales. Creemos que el mensaje
del Evangelio y las enseñanzas de la Igreja Católica dan sentido y esperanza a
todos los hombres y mujeres, por la luz del espíritu de San Francisco de Sales!
Damos clase a nivel de secundaria y superior, atendemos recintos
universitarios, trabajamos en parroquias y somos activos en las misiones en el
exterior, somos capellanes hospitalares y militares y damos asistencia
carcelaria, somos asistentes sociales y directores espirituales CC basta recordar-se de algún servicio y se encontrará a
un Oblato que lo hace. Prestamos nuestro servicio en America del Norte (Estados
Unidos, Canadá y México) y en America del Sur (Brasil, Uruguay y Ecuador), en
Europa (Francia, Alemania, Austria, Suíza, Italia, Holanda), en Africa
(Namibia, República de Africa del Sur, Benín) y Asia (India).
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HACERSE OBLATO
El Programa de
Formación Salesiana
Nosotros, Oblatos de San Francisco de Sales, somos sacerdotes y
hermanos, dedicados al espíritu de San Francisco
de Sales. Francisco era un hombre de finales del siglo XVI y principios del XVII que escribía,
predicaba y vivía un mensaje muy contemporáneo: ( podemos vivir y experimentar la presencia de Dios en
nuestra vida común de cada día!
Nosotros, Oblatos, creemos que el siglo veintiuno necesita el espíritu
y la enseñanza de San Francisco de Sales.
Queremos garantizar que su luz no quede en la oscuridad.
Para alcanzar este objetivo, nosotros, Oblatos de San Francisco de
Sales, tenemos un Programa de Formación según Francisco de Sales particular. El
objetivo fundamental y la finalidad esencial de ese Programa de Formación es
ayudar, para que el candidato entienda y crezca en el amor a Dios y al prójimo,
de manera que, como Oblato de San Francisco de Sales, pueda servir al Reino de
Dios en la tierra. Nuestro Programa de Formación tiene como meta la integración y desarrollo de toda la persona. Los diversos componentes de ese
desarrollo incluyen los aspectos humanos, personales, espirituales, religiosos,
sociales, salesianos, apostólicos y académicos. Abajo se encuentra un breve
esquema de este Programa de Formación.
La Fase de Aspirantes
Un Aspirante relacionado
con los Oblatos, es un hombre de
edad escolar o posterior, que desea
examinar su vida con referencia a la vida Oblata. Como Aspirante, él
continúa su acostumbrado modo de vivir cristiano. Además, mantiene una relación habitual con los Oblatos lo que le
ayudará a descubrir si el Señor le está llamando o no, a ser un Sacerdote o
Hermano Oblato. Normalmente, ese período coincide con el curso del secundario o
universitario o durante la primera experiencia en el mundo del trabajo.
Postulantado
El nuevo miembro de la comunidad Oblata vivirá un determinado período
como Postulante,
normalmente durante un año. Ese tiempo se reserva para que haga
una conveniente transición, de su
manera de vivir a su nueva realidad, en una comunidad Oblata. El postulante sigue su formación escolar formal
u otra.
Noviciado
La Iglesia requiere para todos los religiosos un Programa de Noviciado, de un año
de duración. Durante éste, el Novicio
empieza a estudiar y apreciar las raíces salesianas y crece en la comprensión
de la vida Oblata y Espiritualidad Salesiana. Ese año de tranquila reflexión es
la preparación a la profesión de los votos de pobreza, castidad y obediencia
que hará del Novicio un Oblato profeso de San Francisco de Sales.
Después del Programa de Noviciado, anualmente se renuevan los votos, hasta
completar por lo menos cuatro años antes de los votos perpetuos.
Aprendizaje Apostólico
Los Oblatos son una comunidad apostólica, llamada a servir a las
necesidades de la Iglesia. Por ello, una parte esencial de nuestra
formación se encuentra en el área del servicio al Pueblo de Dios. Durante
este período, el Oblato dedica su tiempo integral al ministerio, bajo la responsabilidad de otro Oblato.
Formación Teológica Continua
Un principio fundamental de la Espiritualidad Salesiana es que el
crecimiento es un proceso que dura toda la vida. Para eso, siempre se necesitan nuevos desafíos y
oportunidades. Los Oblatos de San Francisco de Sales creemos que la
formación no es asunto sólo de los
miembros jóvenes. Esperamos que todos sigamos creciendo, tanto
individual como comunitariamente, en preparación a la vida compartida en el
Reino. Te invitamos a acompañarnos,
creciendo unidos rumbo a todo lo que Dios ha planeado.
Para más información sobre Francisco de Sales o los Oblatos de
San Francisco de Sales, por favor, entra en contacto con el sacerdote más
próximo de tu casa:
Región Suramericana
P. Fernando G.C. Guayasamín, OSFS
Orientador Vocacional
Casilla 13.05.297
Manta - Manabí
Ecuador
Tel. (00593)5.923637
Fax (00593)5.622237
P. Carlos Borba, OSFS,
Promotor Vocacional
Cx. P. 1518
Vila Santa Isabel
94.401-970 Viamão - RS
Brasil
Tel. (0055)51.493.1675
Fax (0055)51.493.2188
Hermanos
Los Hermanos continúan su formación
y práctica profesionales como también su formación teológica como parte de su preparación a los
votos perpetuos. Se traza un programa
de estudios para cada Hermano para posibilitarle combinar sus dones y talentos
personales con las necesidades de los ministerios y las de la comunidad Oblata.
Escolásticos
Los escolásticos (candidatos al sacerdocio)
completan un programa de formación
académica, profesional y
pastoral, elaborado para preparlos al ministerio específico de diácono y
sacerdote. Ese programa termina generalmente con la colación de grado profesional, la profesión perpetua,
ordenación de diácono y, finalmente, la ordenación de sacerdote. Además de los
estudios teológicos, muchos
escolásticos procuran la formación profesional en otras áreas de estudio.
EL PROGRAMA ESCOLAR
DE FRANCISCO DE
SALES
PARA ASPIRANTES
Los Oblatos de San
Francisco de Sales son una comunidad religiosa de sacerdotes y hermanos que
siguen el espíritu del obispo y santo de Ginebra que vivió el siglo XVII.
Francisco de Sales creía en la bondad intrínseca de cada persona y en el
llamado único de cada individuo a hacer de este mundo un lugar más santo, al descubrir
quiénes somos -- nuestras buenas cualidades y talentos, nuestras debilidades y
conquistas -- para serlo bien. Francisco vio que los acontecimientos comunes y
corrientes y las relaciones personales de la vida cotidiana tienen una gran
importancia, cuando son encarados con mucho amor. Su consigna: AJesús viva@ es también su
desafío, dirigido a nosotros para que hagamos a Nuestro Señor más evidente en
nuestro mundo, por la manera cómo vivimos.
Los Oblatos buscan
seguir el espíritu de Francisco de Sales por el modo de vivir y trabajar
juntos. Son profesores, administradores, pastores, son capellanes
hospitalarios, militares y carcelarios, asistentes sociales, consejeros y
misioneros. Nuestras comunidades se encuentran en América del Sur y del Norte,
en Canadá. Además en Europa, África y Asia.
Un Aspirante es un
joven joven de diecisiete a veinte años aproximadamente que está interesado en
la vida de Oblato. Él tiene un modo de vivir plenamente cristiano. Como
estudiante frecuenta el colegio de su opción personal o trabaja en el ramo de
su preferencia. Socialmente, tiene sus amigos y continúa desarrollando buenas
amistades que lo apóyan. También mantiene contacto con los Oblatos durante esos
años por medio de un Oblato que busca ayudarlo a discernir, si Nuestro Señor lo
está llamando o no a ser un Oblato de San Francisco de Sales. Ese
discernimiento se realiza a través de contactos habituales, visitas ocasionales
y un retiro anual. Se espera que, al final del programa (de no más de cuatro
años), el Aspirante sea capaz de hacer una opción clara en cuanto a su rumbo de
vida.
Los Oblatos invitan
a considerar el Programa de Aspirantes. Ayúdanos, para que AJesús viva@ en la manera
confidente y alegre como tú pasas por los acontecimientos de cada día.
Se desea más
información sobre la manera de realizarte como Aspirante,
por favor, entre en
contacto con:
P.
FernandoGuayasamín,OSFS
Orientador
Vocacional
Parroquia Niño
Jesús
Casilla 13.05.297
Manta - Manabí
Ecuador
tel.
(00593)5.923637
fax (00593)5.622237
bisognin@manta.ecua.net.ec
o P. Carlos Borba,
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